jueves, 4 de abril de 2013

Compañero inesperado

Sin pensárselo dos veces se sentó a mi lado y me dejó su chaqueta. Yo se la negué ya que él estaba en manga corta y no hacia calor, al contrario,mi móvil marcaba 3 grados. Él hizo un gesto con los hombros y se la volvió a poner
-Gracias por el dinero del otro día -Me soltó con un tono algo alegre- Pero no lo necesito. Aunque me quedo con un poco de él.
Yo no salía de mi asombro.¿Que decía este tío? ¿Que no necesitaba el dinero? ¿Pero él se ha visto? Si está hecho polvo.Mis ojos cada vez se abrían más.
-Estoy bien con lo que tengo. No necesito mas. ¿Para qué?
-Si no necesitas dinero, ¿Para qué lo pides?.-Yo empezaba a enfadarme-
Cogió la mochila de la cual antes había sacado mi sudadera. La abrió y sacó algo envuelto en unas pequeñas telas que no paraba de maullar.
-Para esto. Lo poco que necesito es para alimentarlo.



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