jueves, 5 de julio de 2012

Mientras tanto...



Aquella noche, mientras volvía a casa,  hallé un señor de rostro entristecido en una de las esquinas de la calle. La gente pasaba cerca de el   sin inmutarse apenas de su presencia.
Iban con prisa. Esto, no me hacia mucha gracia y a la vez no me parecía bien así que al pasar por al lado suyo, saque la cartera y le puse lo poco que tenia en el canastillo de paja que estaba sujeto por sus dos manos desgastadas y protegidas por unos guantes ya rotos y desgastados por el tiempo.
Me miró y me di cuenta de que el extraño brillo de sus ojos me daba las gracias. << De nada>> susurré.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho tu blog, y desde hoy te sigo.
    Yo también tengo uno y me haría ilusión que tú también me siguieras y me aconsejaras.

    http://leerimaginarescribir.blogspot.com.es/

    Me harías feliz como yo te e echo a ti.
    Un beso... te espero.

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