Sigo caminando en este mundo lleno de tragedias. Acabo de llegar a un cruce de dos caminos distintos pero no se que hacer. ¿Derecha?,¿Izquierda?. Sigo hacia delante y me encuentro con un señor bajito y mas bien anciano que joven, que camina hacia mi con una sonrisa de oreja a oreja.
Le pregunto: ¿Porque sonríes? y el me contestó: ''He aprendido a sonreír porque a llorar se nace sabiendo...''
Llegué al cruce y sin pensármelo dos veces, fui por el camino del que regresaba aquel peculiar hombre...
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